Basándose en investigaciones y tradiciones, conocimientos transmitidos de investigadores a discípulos y conocimientos ancestrales, en su propia experiencia como Médico y en unas dotes excepcionales de observación, Bach llega a la conclusión de que las personas viven, se relacionan y se expresan desde patrones concretos. Estos patrones, relacionados con la personalidad de cada sujeto, dan lugar a diferentes formas de reaccionar ante la vida y ante la enfermedad, es decir, diferentes formas de expresión vital. Partiendo de esta premisa , Bach desarrolla la Terapia Floral como sistema que contempla al ser humano desde una perspectiva holística y unitaria del universo en el que todo lo que existe está conectado y tiene un sentido. Ya desde las culturas más antiguas se sabe que en la naturaleza, expresión viva del Amor Creador, existen todos los remedios para ayudar a la propia vida a su avance y crecimiento.
Durante varios años de investigación Bach elaboró, casi podría decirse que sacó a la luz, los 38 remedios florales, vinculados a treinta y ocho estados emocionales arquetípicos. Estos remedios, presentes en la naturaleza como expresión viva del Amor, tienen la cualidad de
” elevar nuestras vibraciones y abrir nuestros canales (..) para inundar nuestras naturaleza con la virtud particular que necesitamos y borrar nuestros defectos que causan dolor”